Santiago de Chile, 27 nov (Prensa Latina) El presidente Sebastián Piñera pidió hoy al Congreso aprobar de urgencia una serie de leyes que pretende reforzar los cuerpos policiales, como vía para enfrentar hechos vandálicos ocurridos en los últimos días.
El mandatario dijo que la Policía de Investigaciones y Carabineros necesitan todo el apoyo del país para cumplir su mandato y proteger el orden público, y demandó acelerar la aprobación de leyes que buscan aumentar sanciones contra encapuchados, quienes hagan barricadas o saqueos.
Piñera aseguró que «la delincuencia organizada y la violencia criminal le están causando un daño gigantesco a nuestro país», y consideró que «el orden público está sobrepasado y la seguridad ciudadana vulnerada».
El gobernante se refirió así a los numerosos actos de vandalismo y saqueos perpetrados durante la noche del martes en Valparaíso, La Serena, Concepción y Antofagasta, entre otras ciudades.
Esos hechos de violencia contrastan con las manifestaciones pacíficas de cientos de miles de personas durante la mañana como parte de una huelga general convocada por la Mesa de Unidad Social, para reclamar una Asamblea Constituyente y medidas concretas de beneficios para las capas más desposeídas de la población.
Al respecto la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, Bárbara Figueroa, afirmó tras finalizar las marchas, que la realización pacífica de las demostraciones calló la boca a quienes han querido identificar al movimiento social con los violentistas.
Pero analistas advierten que parece tomar fuerza, incluso con el apoyo de campañas comunicacionales, una matriz de opinión que pretende vincular las manifestaciones populares por legítimos reclamos sociales con el accionar de grupos que se dedican a saquear todo tipo de instalaciones.
Muchos llaman la atención también de que mientras el cuerpo de Carabineros demuestra una contundente disposición represiva contra las marchas populares mayormente pacíficas, la presencia policial a la hora de contener los desmanes contra establecimientos públicos y privados es prácticamente nula.
Este martes los presidentes de la Democracia Cristiana, Partido por la Democracia, partido Socialista y Partido Radical emitieron una declaración pública en la que señalan que, con la misma fuerza que han condenado las violaciones de los derechos humanos, expresan su más firme rechazo a estos hechos de violencia y vandalismo.
Puntualizan que «quienes se aprovechan de las movilizaciones pacíficas para cometer delitos, deben ser aislados» y llamaron al Gobierno a «cumplir con su responsabilidad de mantener el orden público», y que Carabineros «deje de actuar con dureza frente a los manifestantes pacíficos y con blandura frente a delincuentes que saquean e incendian».
Asimismo advirtieron que «la única salida sustentable a la crisis que vive el país es de carácter político, por la vía del avance del proceso constituyente y un pacto social acompañado de justicia tributaria».
Desde el Partido Comunista el alcalde Daniel Jadue expresó su condena a la violencia «sin medias tintas, pues esto pone en riesgo todos los objetivos del movimiento social y subrayó que los problemas de la democracia se resuelven con más democracia».
En tanto, el senador independiente Alejandro Guillier consideró imperativo rechazar «el vandalismo brutal que no responde a la agenda social que demanda la gente» y opinó que «restablecer el necesario orden público debe lograrse con mayor capacidad policial y respetando los derechos de la inmensa mayoría que se manifiesta pacíficamente».